● Título: BLAME!

● Adaptación: BLAME! Movie, BLAME! Prologue

● Géneros: Accion, Horror, Sci-Fi

● Tomos: 10 Volumenes recopilatorios

● Editorial:  Afternoon

● Autor: Nihei, Tsutomu

Sinopsis

En un futuro distante, la humanidad ha sido exterminada por máquinas, y ahora el mundo está muerto y vacío, expandiéndose a sí mismo en una superestructura.. A excepción de Killy, un ser cuya existencia en sí misma es misteriosa, su propósito solo despierta aún más preguntas sobre su naturaleza, pues tiene la misión de encontrar a un humano puro, recuperar el control de la RED y salvaguardar a la humanidad. Para ello se enfrentará a cyborgs y amenazas desconocidas. Pero el mayor  peligro es el tiempo y el tamaño de su viaje. Han pasado ya millones de años.

Introducción

Si ya llevas un tiempo en este submundo o mundillo del manga y del anime, te sonarán bastante un par de títulos de manga que tienen la reputación de estar malditos en lo que a adaptaciones animadas se refiere. Ya sea por su  rara premisa que no sería consumida el día de hoy por un mercado lleno de mierda y consumismo. Su violencia, temas sensibles o filosóficos e incluso la dificultad que tendría el traducir el lenguaje usado por el mangaka para llegar a captar la misma idea con fluidez en un medio distinto. Bueno, BLAME!, del ya legendario mangaka  Nihei, cumple  con la mayoría de las anteriores cuestiones. Una entrañable, confusa y única obra de ciencia ficción digna de los tiempos en que vio la luz por parte de Nihei. Una odisea de un solo hombre en un universo que se auto contiene en otro propio y mucho más grande que el presentado en pocos paneles silenciosos, sucios y enormes. El viaje de Killy es algo hermoso y trataré de contarlo en un pequeño rincón de texto.

Killy.

Killy, sea un humano modificado hace siglos o un cyborg ultra avanzado, no tiene importancia, lo que haga o deje de hacer tampoco. Solo tiene un objetivo, cumplir con su misión programada en él hace tanto tiempo. Nuestro protagonista es una tumba viviente, sin emociones y con apenas un par de líneas de diálogo relevantes en toda la obra. Sin embargo es este misterio, este silencio, tanto del protagonista que debería de revelarnos su objetivo y personalidad como del propio hilo narrativo de la historia lo que al final vuelve a Killy en alguien o algo tan memorable. O tal vez no. Probablemente Killy sea una de las mayores desventajas en términos narrativos de la obra, pues más parece  una fuerza reaccionaria que sólo muestra iniciativa cuando sus objetivos pre-instalados en él son frustrados o interferidos por agentes externos. 

Y aun así entre más tiempo lo acompañamos, y vemos la desolación, el vacío, la enormidad y lo fútil de su tarea, más parece que empatizamos, o mejor dicho más se  incita a que el lector se  apiade  de él. Tras cada batalla, tras cada desolador salto temporal en donde lo único que ha ocurrido son incontables pasos a lo largo de laberintos de acero y concreto retorcido.

Sin embargo y contrario a lo que he dicho anteriormente, Killy logra una evolución o más bien, parece que logra recuperar una fracción de lo que alguna vez fue. En diversos hilos argumentales sueltos de capitulo en capitulo, Killy demuestra humanidad y un sentimiento de preservación y deber que están lejos de las posibles órdenes grabadas en código en su cerebro. Y al final, debajo de un cielo falso, empapado y al borde de su desactivación, podemos ver alivio, tal vez paz.

Aunque su tarea nunca termine.

MEGAESTRUCTURA.

Una de las pautas y rasgos distintivos que hacen famoso a Nihei es su composición del paisaje. En concreto en construcciones enormes, gigantescas, monumentos míticos que hacen que te partas la cabeza tratando de colocar en números la escala del mundo creado por Nihei. Construcciones con kilómetros de alto, escaleras en espiral infinitas hacia arriba, abajo, moviéndose de derecha a izquierda, llanuras de losas de concreto planas hasta donde alcanza la vista. Seres inorgánicos y robots automatizados que se escabullen entre las rendijas de aquel panteón olvidado o meros gigantes esclavizados por su afán de seguir expandiendo aquella tumba. Paisajes de perspectiva inmensa combinando diseños modernos y antiguos para crear ciudades de entramados arquitectónicos complejos, o tan solo un panel de perspectiva aérea con trazos rectos de figuras geométricas que te recuerdan una vez más el sentimiento de Megalofobia (miedo irracional a cosas de gran tamaño) que suele impregnar el manga. Este es uno de los aspectos más interesantes de BLAME!  pues deja de mostrar los acontecimientos que llevaron a este sistema de construcción de metal infinito, y deja que sus estructuras hablen por si mismas, mientras se nos presenta una escala de dimensiones inimaginables, que entre más se piensa más se hace lógico que perdamos el sentido del tiempo y del espacio a pesar de estar rodeados de cosas tan tangibles y racionales, como una ciudad, un tren o escaleras, tan solo que su tamaño nos abruma y nuestro cerebro da por hecho el pasar por alto esos detalles. Pues es aterrador. 

Con todo esto, el paisajismo no es la única virtud del arte de Nihei. Sus diseños mecánicos y orgánicos para cada uno de los horrores del mundo de la superestructura son sencillamente exquisitos por lo grotesco y bien trabajados que pueden llegar a ser. Podemos ver inspiraciones e incluso paralelismos con las obras de artistas similares como pueden ser H.R Giger (Artista y escultor suizo quien colaboró para la película Alien) y Zdzisław Beksiński un pintor y fotógrafo polaco cuyo arte denomino Barroco Gótico y cuya obra está cubierta por un aura de  desgracias. El arte de Nihei se balancea entre la degradación cruda e intrincada con tecnología fundida con hueso y carne, lleno del gore característico de los 90 sin censura ni tapujos, junto con la belleza y cuidado de cada línea perfectamente trazada de sus paisajes, aunque a veces vemos la decadencia en sus estructuras sucias, marchitas, y los rastros de  belleza humana en algunos cyborgs . Describir en palabras el asombro de Nihei conlleva una tarea más titánica que la de solo una entrada de blog, por lo que dejaré un par de los paneles más bellos del manga. 

Hilo narrativo.

Ahora bien, el arte, el simbolismo serían ya suficientes para catalogar esta obra como una que debería estar colgada en museos. Pero Nihei es un mangaka, su misión es contarnos algo a través del lenguaje usado en su trazo. BLAME! sin embargo es una obra con un argumento que puede ser sencillo y hasta bastante cliché. Killy, nuestro protagonista con plot armor, debe salvar a la humanidad embarcandose en una búsqueda. Sin embargo en los 66 capítulos que conforman el manga, hay tantas subtramas, diálogos sueltos, saltos temporales, peleas aisladas y hechos que comienzan y tienen fin en tan solo cuatro o cinco paneles de un mismo capítulo, llevando a solo dos caminos de acción después de terminar de leer: Primero, te rascas la cabeza y sigues recto al final para decir; “Que se fumo el autor”. Segundo sigues el primer camino y vuelves a releer el manga. Si, así como se oye, el silencio tanto del mundo como del protagonista solo acentúan lo raro y caótico que puede llegar a ser todo sumándole todos las características anteriores. El objetivo de Nihei puede ser el que ya he citado antes con respecto al tamaño y ridícula escala de la superestructura, y ahora cuando de trama hablamos quiere seguir confundiendo y hacerte usar el cerebro para que te preguntes si realmente importa todo lo que está pasando con aquellas hormigas perdidas y sin memoria en un universo de metal y concreto.

A pesar de todo ello en un arco final, Nihei echa todo por la ventana y muestra algunos de los paneles de acción mejor trabajados en el manga para cerrar por fin con este viaje eterno de Killy. O eso parece que ocurre. Hay mucho lore detrás de lo que podría ser un panel sin importancia, y gracias a entrevistas hechas a Nihei y teorías de los fans podemos entender o teorizar al menos lo ocurrido en este viaje.

En cuanto a secundarios podremos encontrar ciertos amigos o aliados en momentos de Killy que cerrar su arco de una forma silenciosa o de paso nunca se sabrá qué fue de ellos. Aún más misterios sumados al pasado de la megaestructura y el destino de la humanidad. Se seguirán dando pistas en cuanto a la voluntad de Killy y quien le haya dado esas órdenes.

Este es uno de sus puntos flacos, ya que la ambigüedad tan extrema que plaga el manga junto a su ritmo por momentos lento y a veces cargado de acción  lo convierten en un caos para un lector que entra con ansias de una historia de por sí anormal de ciencia ficción. Es un arma de doble filo pues es lo más llamativo y lo que peor representa en términos de escritura por parte de Nihei. 

Sea aproposito o no, si le perdonas o no el hecho de que el viaje pueda ser inutil y los conflictos vacíos, tiene algo ya sea en su arte o en su silencio materializado en Killy cuyo encanto no te hace darle  dropp al primer indicio de LSD por parte de Nihei y que si te tomas el tiempo para ir despacio, justo como Killy, ver los detalles y unir cada pieza pequeña de información se vuelve en una lectura que exige algo de ti, algo que por consiguiente se vuelve satisfactorio. 

Podría resumir BLAME! como una obra hermosamente grotesca que cuenta mucho sin decir nada y usa su lenguaje visual para maravillarte y engancharte sin que pierdas intención en lo poco contado aquí y allá. Atrapandote en su atmósfera sin escupirte en la cara capas y capas de existencialismo y vanas filosofias de hombres, solo hay silencio, putrefacción, magnificencia, acción y paz.

9/10

(Sanakan besto waifu)